Como es de suponer, seguir estrictamente recomendaciones
terapéuticas y de cambio de estilo de vida, en algunos casos
molestas, como: inyecciones de insulina, punción venosa para
determinación de la glicemia, pinchazos en los pulpejos de los dedos
para glicemia capilar, cambios de patrones de alimentación, etc., no
resulta nada fácil y mucho más si la paciente desconoce en detalle
el porqué debe hacerlo y cuales son los riesgos materno-fetales que
se incrementan si no lo hace).
En
los últimos años se ha demostrado que la educación para los
pacientes con Diabetes Mellitus (DM) constituye la piedra angular en
el tratamiento de dicha enfermedad, por cuanto es necesario que
cumplan las indicaciones y efectúen una serie de cambios en los
hábitos y estilo de vida de estos pacientes, con la finalidad de
lograr un control metabólico adecuado que permita evitarles o
disminuirles las complicaciones vasculares crónicas y por tanto,
mejorar la calidad de vida de los mismos. Gallegos y colaboradores
sostienen que la educación provee cambios de comportamientos
favorables en el autocuidado de los pacientes diabéticos.
Es una responsabilidad del Profesional de la Salud educar a los
pacientes diabéticos. La teoría general del déficit del autocuidado
de Dorotea Orem ofrece una serie de conceptos interrelacionados que
pueden ser usados como marco de referencia en los Programas
Educativos dirigidos a pacientes diabéticos. El autocuidado está
relacionado con actividades deliberadas que el individuo debe
realizar para alcanzar el mejor estado de salud y bienestar.
En el caso de las pacientes diabéticas embarazadas, es muy
importante la educación para el auto-cuidado debido a que debemos
actuar en un periodo muy corto que abarca desde las semanas previas
a la concepción, si el embarazo es planificado hasta la resolución
del mismo, si queremos evitar complica-ciones maternas y
especialmente fetales y neonatales,5 las cuales en muchos casos
resultan fatales. Se ha demostrado que las pacientes diabéticas
embarazadas con cifras indicativas de menor control metabólico
presentan mayor frecuencia de abortos y mayor morbilidad y
mortalidad perinatal.6 E igualmente que cumpliendo el tratamiento y
teniendo un buen control metabólico, las malformaciones fetales y
las muertes intrauterinas están prácticamente a los mismos niveles
que un embarazo sin diabetes.
La educación de la paciente diabética embarazada constituye un
aspecto terapéutico fundamental, ya que motivando a la paciente a
ser protagonista de su propio tratamiento se consigue modificar, en
gran medida, su futura evolución clínica a través de un mejor
control metabólico, reducir los factores de riesgos y su costo
social y, lo que es más importante lograr un embarazo exitoso.
Como es de suponer, seguir estrictamente recomendaciones
terapéuticas y de cambio de estilo de vida, en algunos casos
molestas, como: inyecciones de insulina, punción venosa para
determinación de la glicemia, pinchazos en los pulpejos de los dedos
para glicemia capilar, cambios de patrones de alimentación, etc., no
resulta nada fácil y mucho más si la paciente desconoce en detalle
el porqué debe hacerlo y cuales son los riesgos materno-fetales que
se incrementan si no lo hace.
En relación a que debe enseñarse al diabético, la Asociación
Americana de la Diabetes sugiere contenidos y lineamientos.
Por
otra parte, al realizar educación para pacientes, es indispensable
evaluar, si se cumple adecuadamente el proceso
enseñanza-aprendizaje, cuales son los cambios obtenidos y cuales las
limitaciones del mismo, porque de lo contrario, pudiera significar
la pérdida de un gran esfuerzo del personal que efectúa esta labor,
sin que se consigan los objetivos propuestos; además, gran parte de
las publicaciones al respecto provienen de países desarrollados; de
ahí, la necesidad de investigar nuestra realidad en relación a la
educación para pacientes diabéticas embarazadas. Sabiendo que esta
actividad en forma organizada y planificada solo se cumple
excepcionalmente en muy pocas instituciones de salud a nivel
nacional.
Por lo planteado anteriormente, se ha considerado la necesidad de
comparar la educación para el autocuidado que poseen las pacientes
diabéticas emba-razadas antes y después de recibir un Programa
Educativo para el Autocuidado de la DM en sus factores conocimientos
teóricos, capacitación práctica y actitudes hacia la Diabetes.
Asimismo determinar la relación entre las características clínicas,
el nivel de instrucción y las condiciones socioeconómicas de las
pacientes diabéticas embarazadas con los resultados de la medición
de los conocimientos teóricos, capacitación práctica y actitudes,
adquiridos después de finalizado el Programa Educativo para el
Autocuidado de la Diabetes Mellitus.