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10 de mayo ‘10

El cáncer es el mayor flagelo de nuestro tiempo, y es producto de una dieta basada en productos industrializados, contaminados, y repletos de conservadores. La buena noticia es que es prevenible y es curable.   Lea más

10 de mayo ‘10

La cafeína puede ayudar a proteger el ojo contra daños que lleven a la formación de las temibles cataratas..  Lea más

30 abril ‘10

Un nuevo medicamento podría detener el avance del diabetes en sólo 6 días. ¿Será esto posible?  Lea más

20 abril ‘10

Uvas contra el cáncer de páncreas, según un estudio que se hizo en la Universidad de Rochester, en Chicago.  Lea más

20 abril ‘10

Historia de la (mala) medicina


nutriciencia El médico le aplica a la enferma una docena de sus más saludables sanguijuelas en las piernas y drena un litro de su sangre mediante la apertura de una vena en su brazo. En cuestión de horas, la paciente se siente mucho mejor y puede respirar con facilidad.

Esta experiencia le confirmó al médico el concepto milenario de los malos humores causantes de las enfermedades y la eficacia del derramamiento de sangre como una terapia.

Hidropesía es un término anticuado que comúnmente se refiere a cualquier condición de edema (acumulación de líquido de los tejidos), y era por lo general resultado de una insuficiencia cardíaca congestiva. El tratamiento en nuestros tiempos de medicina moderna y científica es la restricción de líquidos por vía oral y medicamentos que inducen la diuresis (aumento de la orina) con el objetivo final de disminuir el volumen de líquido retenido. No es de extrañar que la pérdida de una pinta de sangre hiciera que esta mujer se sintiera mejor de forma casi inmediata.

Por desgracia, el médico le repitió esta terapia varias veces y la mujer contrajo una profunda anemia (bajo conteo de glóbulos rojos), lo cual empeoró su insuficiencia cardíaca, y murió en pocos meses más.

Si usted se admira del atraso médico que se vivía en tales tiempos, se desmayaría si supera que ahora estamos en igual condición.

Hoy en nuestros días de viajes espaciales y telescopio Hubble y teorías cuánticas, a los enfermos diabéticos se les prescriben medicamentos, uno tras otro, para aliviar todas las molestias que aquejan al diabético: ateoresclerosis, alta presión, gastritis, colitis, etc. En pocos años, los medicamentos no curan su condición, sino al contrario.

Esto por mencionar sólo un ejemplo.

Hipócrates anunció hace 2500 años el remedio a todas las enfermedades crónicas no transmisibles que nos están matando hoy, cuando dijo: “que tu alimento sea tu medicina”. Curiosamente, durante 25 siglos la arrogancia de los médicos ha hecho caso omiso de tan maravilloso consejo a pesar de ser tan cierto.

A los diabéticos y demás enfermos crónicos aparentemente incurables, no se les prescribe una dieta nutritiva, ortomolecular, adecuada a su peso y edad, sino que se le ordena seguir la misma maldita dieta que se le endilga a todos los enfermos de todos los males: dejar las carnes, rojas, la leche, los huevos, las grasas naturales y comer solamente verduras cocidas al vapor y sin sal, huevos sin yema, leche sin grasa, y muchas pero muchas harinas para evitar perder demasiado peso.

Esa dieta está basada en una injustificada e imperdonable ignorancia en nutrición. Cientos de artículos están disponibles en todos lados que atestiguan que la ingesta de grasa animal, llámese huevos, leches o carnes rojas, no son las responsables de la moderna epidemia de ateroesclerosis que mata millones de personas al año, sino que es ocasionada por una deficiencia de alimentos frescos y ricos en vitaminas, causada por la industrialización de los alimentos.

La diabetes se corrige rápidamente – hasta en seis semanas en algunos casos – eliminando completamente lo que la causó, que NO fueron las carnes rojas, ni los huevos, ni la leche entera, sino el aloxano de las harinas refinadas.

En mi experiencia, es necesario auxiliar al cuerpo con gotas medicinales hechas con plantas frescas y recién recolectadas de lugares donde crecen a salvo de contaminación de toda clase.

Póngase a prueba, verá que el melón amargo es mil veces mejor que la glibenclamida, el abedul en dosis controladas, corrige la resistencia a la insulina, y el wereke de sonora, regenera las células pancreáticas en un tiempo asombrosamente breve.

Usted, si padece de alguna enfermedad crónica no transmisible, tal como diabetes, gastritis, colitis, hemorroides, alta presión, disfunción renal, hígado graso, etc. Póngase en manos de la ciencia herbolaria. No es cierto que las plantas pueden dañarlo, las probabilidades son muy, pero muy bajas, y en el peor de los casos, con dejar el tratamiento se corrige cualquier supuesto daño, pero yo como experta herbolaria nunca he visto tal cosa, que una planta medicinal dañe de forma irremediable a alguien, o al menos, no cuando la receta una persona experta en la materia.

Autor: Elisabeth Curiel Acosta
Dos medicamentos maravillosos para reducir de peso y la ingesta de alimentos

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